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Noruega, día 14 – Vuelta a Oslo

Karl Johans gate
Karl Johans gate

El avión nos llevó al otro aeropuerto de Oslo y a través del rápido tren que lo une con la ciudad, llegamos en un momento. Allí tuvimos que coger otro hotel diferente al que estuvimos. El Anker hotel parecía una residencia de estudiantes no muy lejos del centro.

Palacio Real
Palacio Real

A través de la calle Karl Johans gate, fuimos a visitar la catedral, el parlamento, el palacio real y la galería nacional donde se pueden admirar grandes obras de la pintura europea de todos los tiempos incluido uno de los gritos de Munch. Obras de Picasso, Goya, el Greco, Monet, Renoir, Modigliani, Rodin o más obras del propio Munch pueden admirarse entre otros conocidos artistas en esta galería.

La tarde solo nos dio para ir de shopping para gastar las últimas coronas en los típicos souvenirs y alguna otra cosa.
La cena la hicimos en kaffistova, un lugar altamente recomendable con un rico menú de comida local a buen precio.

Al día siguiente tomaríamos un avión que nos llevaría hacia España.
¡ Qué cortas se hacen las vacaciones!

Noruega, día 1 – Oslo

Parque Vigeland
Parque Vigeland

Tuvimos que salir muy temprano del aeropuerto de Málaga, seis de la mañana y en cuatro horas estábamos en el aeropuerto de Sandfjord-Torp a 110 Km de Oslo. En el parking del aeropuerto esperan los autobuses de la empresa Torp-Ekspressen. No es necesario reservar porque van vacíos. Una línea deficitaria sin duda. Aunque si contratas con antelación la ida y vuelta, válido para bastan tiempo, te ahorrarás unas coronas.

El autobús se hace pesado. Después de pasar la noche en el aeropuerto sin pegar ojo y cuatro horas de avión, una hora y cuarenta minutos de viaje con paradas incluidas, se hacen eternas.

Parque Vigeland
Parque Vigeland

Una vez en Oslo buscamos el hotel. El Thon Astoria es un hotelito muy apañado con una buena ubicación y buen servicio. Aunque estábamos que nos caíamos fuimos a comer una típica comida Noruega a base de Kebab y a dormir. Después de una merecida siesta y aprovechando el buen tiempo, visitamos el famoso parque de Vigeland. Un estupendo sitio con más de 200 estatuas del artista noruego Gustav Vigeland. El parque es un perfecto ejemplo de la personalidad noruega. Limpio, ordenado y muy bien cuidado. No le faltaba un perejil. Un sitio estupendo para echar la tarde y escapar de la vida urbana.

El día no dio para más. Como no habíamos investigado donde comer, nos tuvimos que conformar con otra típica comida noruega en la cadena Peppes Pizza y a la cama. Ya volveremos a la ciudad.