Islandia, parte X – Hvítserkur, focas

Hvítserkur, focasHvítserkur, focas
Una vez hecho el merecido descanso partimos a la península de Vatnsnes, allí esperábamos ver focas.
Monumento natural obligado antes de Ósar es el Hvítserkur, roca cerca del acantilado en el mar.
El tiempo se estaba complicando, según un lugareño no llovía así en junio-julio desde el 76, nos ha tocado a nosotros.
La pista de grava estaba horrible, llena de agujeros. Íbamos preparados con impermeables, menos mal, pero la visita se hacía penosa.

No vimos grandes concentraciones de focas, solo ejemplares sueltos y menos mal que llevamos prismáticos, sino ni eso. Para ir a Islandia esta herramienta es fundamental. Las distancias son engañosas, hay grandes espacios y algo que parece estar al lado en realidad está a muchos kilómetros.
El paisaje, eso sí, muy espectacular y los amantes de las aves en esta zona se pueden deleitar, es todo muy hermoso.
Muchas veces, cuando viajas por Islandia, te da la sensación de que estás solo, no te cruzas con ningún coche, no ves una casa, cuando lo haces, te da la sensación de que están deshabitadas, nadie debería vivir aquí tan apartado de todo.
Este día parecía una película de Alfred Hitchcock, la de los pájaros, estos son los dueños y señores de estos parajes.

Hvítserkur, focasEste día no dio para más, llegamos al albergue que estaba en un sitio privilegiado, a orillas del fiordo de Hrútafjörður.
Tenían unas pequeñas albercas con agua caliente en la misma orilla, provenientes de un manantial cercano de agua hirviendo y un baño relajante con vistas al fiordo no estaba nada mal.

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