Islandia, parte XI – Borgarnes

BorgarnesBorgarnes
Vuelta a la carretera en otro día de perros.
En el día de hoy, dirección Borgarnes, nos paramos a ver los conos volcánicos de Gabrok, estos están en la misma carretera.
Después de algunos problemas digestivos, tuvimos que llegar a la nueva guesthouse urgentemente, alquilamos una caravana sobre todo como experiencia para los niños, ellos se lo tomaron como algo muy divertido.
Borgarnes está enclavada en un sitio privilegiado en el fiordo del mismo nombre Borgarfjörður , una suerte de montañas de gran belleza llegan hasta la misma puerta de la ciudad.
El tiempo estaba muy malo y decidimos ir a la península de Snæfells , este fue el viaje más improductivo de todos los que hicimos. Llegamos a la playa de Ytri Tunga para ver focas y poder apreciar la montaña de Snæfells desde la lejanía, la misma donde los protagonistas de viaje al centro de la tierra de Verne entraban en su interior, pero no se veía con la lluvía nada y solo pudimos ver un par de focas.
Muchos turistas van a esta zona sin prismáticos y no ven absolutamente nada, como comenté en mi anterior post, estos son indispensables.
Para guinda del día, a la vuelta, nos paramos en la piscina municipal de Borgarnes y cerraba en media hora, ya que era sábado. En fin un desastre.

Islandia, parte X – Hvítserkur, focas

Hvítserkur, focasHvítserkur, focas
Una vez hecho el merecido descanso partimos a la península de Vatnsnes, allí esperábamos ver focas.
Monumento natural obligado antes de Ósar es el Hvítserkur, roca cerca del acantilado en el mar.
El tiempo se estaba complicando, según un lugareño no llovía así en junio-julio desde el 76, nos ha tocado a nosotros.
La pista de grava estaba horrible, llena de agujeros. Íbamos preparados con impermeables, menos mal, pero la visita se hacía penosa.

No vimos grandes concentraciones de focas, solo ejemplares sueltos y menos mal que llevamos prismáticos, sino ni eso. Para ir a Islandia esta herramienta es fundamental. Las distancias son engañosas, hay grandes espacios y algo que parece estar al lado en realidad está a muchos kilómetros.
El paisaje, eso sí, muy espectacular y los amantes de las aves en esta zona se pueden deleitar, es todo muy hermoso.
Muchas veces, cuando viajas por Islandia, te da la sensación de que estás solo, no te cruzas con ningún coche, no ves una casa, cuando lo haces, te da la sensación de que están deshabitadas, nadie debería vivir aquí tan apartado de todo.
Este día parecía una película de Alfred Hitchcock, la de los pájaros, estos son los dueños y señores de estos parajes.

Hvítserkur, focasEste día no dio para más, llegamos al albergue que estaba en un sitio privilegiado, a orillas del fiordo de Hrútafjörður.
Tenían unas pequeñas albercas con agua caliente en la misma orilla, provenientes de un manantial cercano de agua hirviendo y un baño relajante con vistas al fiordo no estaba nada mal.

Islandia, parte IX – Akureyri

AkureyriBueno, llegados a este punto nos merecemos un descanso.
Nos quedamos en Akureyri un par de noches tomándonos una relajante paradita.
Visitamos la ciudad en un día estupendo y en dos tardes diferentes disfrutamos de las magníficas instalaciones de la piscina municipal.
Akureyri es una ciudad muy hospitalaria, aunque está muy al norte tiene un clima privilegiado, debido al abrigo del fiordo de Eyjafjörður. Este está rodeado de altas montañas nevadas de una gran belleza.
Se puede pasear por el parque botánico más al norte del planeta. El olor a flores es muy intenso y es muy exuberante. El tiempo esta vez acompañó y es de agradecer.
Antes de llegar a la summerhouse del albergue, nos pasamos por el supermercado Bonus para comprar comida para la cena. Islandia es el paraiso de las ovejas, así que decidimos comprar carne de cordero para darnos un festín. La carne de cordero suele venderse mucho ya aderezada con salsas, lista para la barbacoa, como no sabemos que lleva preferimos llevarnos piezas sin adobos.
Al hincar el diente a la carne nos llevamos una desagradable sorpresa, era salada, posiblemente para hacer algún tipo de guiso, aunque no estaba seca como la que venden en España para cocidos o pucheros.
¡Qué desilusión! tuvimos que tirarla, era incomestible, las cosas del idioma.
Aparte de anécdotas, este descanso nos vino muy bien.

Islandia, parte VIII – Goðafoss, ballenas

Goðafoss, ballenasGoðafoss, ballenas
A la mañana siguiente rodeamos este precioso lago, el Mytvatn, tuvimos una vista muy buena desde arriba del cono volcánico de Hverfell.
La subida se hace bastante cuesta arriba y terminas destrozado, pero vale la pena, se tiene una visión general del lago Mytvatn y las fuerzas que esconde la tierra con coladas de lava de figuras caprichosas, el olor a sulfuro y las fumarolas.
Goðafoss, ballenasComo prometimos a los niños tener un poco de relax, nos fuimos a Hauganes a ver ballenas, pero antes nos paramos en Goðafoss, la cascada de los dioses, cuenta la leyenda que en el momento que los islandeses abrazaron el cristianismo, lanzaron los iconos de los antiguos dioses aquí, es preciosa.
El viaje en barco por el fiordo Eyjafjörður duró unas 3 horas y media, pesca de bacalaos incluida. La excursión fue muy divertida y vimos a grandes ballenas jorobadas rozando el barco… ¡que sensación!
Antes de llegar a puerto, el barco paró para hacer unos lanzamientos con la caña, un lugareño te explica como se pesca el bacalao y a pescar. Es muy muy fácil y denota la cantidad de este pez en esta zona, fue una experiencia muy reconfortante.

Goðafoss, ballenasDesde ahí fuimos al albergue que reservamos en Akureyri, una estupenda casa de madera completa.
Para cumplir con lo prometido a los pequeños nos fuimos a la piscina municipal, una pasada, no debéis perderse estas instalaciones, sin duda de las mejores de Islandia.

Islandia, parte VII – Detifoss, Krafla

Detifoss, KraflaDetifoss, Krafla
El ambiente muy internacional en el albergue de Berunes y como estábamos como piojos en costura, hablamos con unos y con otros para intercambiar impresiones. Es pasmoso como en este país tan deshabitado, colocan un albergue en medio de la nada.
Vuelta al camino, nos dirigimos en dirección al lago Myvatn por una carretera sin asfaltar entre montañas (la 939), nieve y niebla. La cantidad de cascadas por doquier te satura los sentidos.
Nos desviamos por la carrete 864 para ver Dettifoss, son 30 km de camino de grava que en general está bien.
Dettifoss, en la foto, quita el hipo. La cantidad de agua que lleva, de 500 a 700 m3 por segundo, en un salto de 44 metros de altura, no es apto para cardíacos. La obra de Dios es inmensa en esta tierra.
IMG_20140715_164604Cerca del lago Myvatn se puede visitar el cráter de Viti, Hverir y la zona de Krafla, no hay que perderse esto, sobre todo los aficionados en vulcanismo. La tierra todavía humea, el agua hierve sobre la misma y el olor de azufre empapa el ambiente, todo esto bajo la mirada de volcanes y coladas de lava recientes, muy recientes.
Otra jornada muy completa donde los más pequeños acabaron hasta las narices de nosotros. Cogimos unas cabañas de madera en el lago, lo peor fue esto, los servicios y la cocina estaban muy lejos, no apto para prostáticos.